CAPITULO IV.
EL GOBIERNO ESCOLAR Y LA
ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL
Elementos de la convivencia y la tolerancia:
Por excelencia es el dialogo, el
término viene de raíces griegas día (que significa a través de “o
recíprocamente) y Lagos, significa la palabra) se ha sugerido que esta
palabra comunica la aceptación de sentido que fluye a través.
El diálogo en esta pedagogía la
definimos como una tesonera indagación colectiva de la experiencia cotidiana
y nuestra creencia tacita para establecer la convivencia armónica
institucional.
La meta del dialogo
es abrir nuevos territorios mediante la creación de un “continente o campo para
la indagación” un ámbito donde la comunidad educativa pueda ser más constante
del contexto de su experiencia, de los sentimientos y pensamientos que crearon
dicha experiencia.
Al practicar el diálogo, no solo
presta atención a la palabra, sino a los espacios que las separan, al
ritmo de las acciones, a los resultados, al timbre y tono de la voz, a lo
que se expresa verbalmente, al sentido del campo de la indignación a la
búsqueda de las circunstancias que rodean los hechos.
El diálogo se convierte en el
primer medio eficaz de prevención y resolución de conflictos, su
papel bien dirigido canaliza la participación de todos los actores
comprometidos, la legitimidad de encauzar los conflictos desde los escenarios
donde se originan, la responsabilidad conjunta de asumirlos como realidades de
vida y la capacidad de transformarlos en elementos de reflexión a través de la
convivencia solidaria.
Los conflictos escolares: deben considerarse como
alternativas pedagógicas dentro del plan de estudio y un elemento de reflexión
constante en el crecimiento y proyección de la vida institucional, por ende hay
que, Convertir el conflicto en una herramienta de discusión permanente,
generador de formas alternativas de adaptación de sus miembros a la convivencia
escolar. Asumir el conflicto: El conflicto debe abordarse como reflejo de la
expresión colectiva de las diferentes formas de pensar, sentir y actuar de la
cotidianidad escolar. Direcciona el Manual de Convivencia a la
formación de ciudadanos educativos para la democracia, la participación, la
tolerancia y la convivencia pacífica Permitir articular el manual de
convivencia a las características socio culturales de los alumnos en su.
Contexto local e Institucional. Permite desarrollar procesos más humanizantes
que promocionen la dignidad humana y la formación integral en todos los
sentidos
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